Te estás planteando generar una página web para tu empresa, y generar presencia online; ya se han acercado a ti algunos especialistas en ello, y te dicen, que requieres presencia en línea, aunque, tu negocio sigue funcionando de forma “normal” sin haber tenido que recurrir a un sitio web con anterioridad.
En la red proliferan ciertas informaciones o mitos, como que uno se puede hacer rico fácilmente, ya sea manteniendo un canal de YouTube, siendo bloguero, o que tu empresa generará miles de ventas en línea, por el hecho de estar en línea. Informaciones igualmente dañinas son las que aseguran que es fácil hacerse uno mismo un sitio web, aparecer el 1º en Google o conseguir clientes online.
Creer esto, posiblemente te conducirá a la frustración después de meses dejándose la piel en ello y viendo cero resultados; de ahí que, al cabo de poco tiempo, la mayoría desista y descuide o incluso abandone su propio sitio web, blog o negocio online.
Entonces, ¿Por qué fracasan las páginas web?
Es muy fácil querer una página web, desconociendo el reto y esfuerzo que su mantenimiento conlleva. Una página web es una herramienta de comunicación empresarial, que depende del propósito que se le otorgue, mismo que está relacionado con la naturaleza de la página y con las particularidades del mercado.
Cuando se piensa en que “hay que tener” una página web, por el hecho de tenerla o porque es lo normal, no es de extrañar que el negocio online fracase y no se consigan los resultados que se esperaban.
Como con cualquier otro proyecto de negocio, cuando alguien se plantea tener un sitio web, es necesario:
Sin las tres bases anteriores, es imposible que un negocio online tenga un mínimo de éxito. Son los cimientos sobre los que se tendrá que construir el sitio web. Sin estos cimientos, la construcción se vendrá abajo rápidamente. El fracaso de la página web es inminente.
Hay que tener en claro si el objetivo es vender, dar más información de un producto y/o servicio, conseguir lectores y adeptos, mantener informada a una comunidad, etc.
Por ejemplo, un sitio web que se construye para una institución educativa, cuyo objetivo principal es tener el sitio web como un aparato de comunicación interna – externa, no es la misma estructura que tendrá, un sitio web para una institución educativa que lo que pretenda sea vender cursos en línea.
Una enfatizará canales de comunicación, como el blog genérico, e instará a generar suscritores mediante diversos recursos como Newsletters exclusivas para suscriptores, descuentos, etc., mientras que la otra, deberá perfilar el discurso del sitio, desde su página de arranque sobre los cursos que se tienen, los costos, la duración de los mismos, etc.
Si no hay un objetivo específico, no se puede diseñar una estructura adecuada y funcional. Sí, claro está, hay miles de sitios que generan tu página web en 1,2 y 3 clics, y que son estéticamente “bonitas”, ¿pero te servirán?, tendrás un personal especializado y confiable que te guíe en el proceso de la construcción del sitio, y que te inste a poner la información que en realidad necesites?, Posiblemente no.
Tener un especialista que te sepa orientar con base en tus objetivos, o que te ayude a descubrir cuáles son los objetivos que quieres lograr con tu sitio web, es una labor de un especialista, y dicha labor, no se puede programar. Tal vez, en un futuro no muy lejano, una inteligencia artificial te ayude a determinar tus objetivos, pero hoy en día no; por lo que necesitarás ayuda de un experto.
Diseñar una página web con piezas aisladas, sin coherencia, solamente llevará al negocio online a la deriva y al fracaso, como ocurre en el 90% de los sitios web.
Un análisis perfilado ayuda a agrupar todos los requisitos de diseño de forma coherente. Permite plasmar en la página lo que se ha identificado previamente, conociendo:
La mayoría de los que se disponen a tener su negocio en línea, se resisten a pagar por una asesoría de las características recién mencionadas. Lo consideran innecesario, accesorio o demasiado complejo para sus fines inmediatos.
No es hasta que se dan cuenta de que la página web es un fracaso, que empiezan a plantearse contratar un servicio especializado. Si hubiesen invertido en un buen servicio al principio, no tendrían que volver a hacerlo y habrían ahorrado dinero.
Desconocimiento de que han adquirido un medio masivo de comunicación que necesitará ser alimentado. Como todo medio masivo de comunicación, un sitio web requerirá de publicaciones constantes, que gocen de periodicidad, para que, con el transcurso del tiempo, gane lectores, adeptos, y tráfico por parte de los rastreadores de cada uno de los buscadores en línea.
Por tanto, se requiere de algo importante: tiempo.
Habrá que invertir en tiempo adicional a las funciones que ya tenía la empresa. Ahora, con el sitio web, tener una página flotando por el cyber-espacio no será gran diferencia a nivel ventas, comunicación, ni posicionamiento, si no existe actualización y mantenimiento.
Sin este conocimiento, sin que el dueño del sitio tenga bien en claro este punto, será inminente el fracaso del sitio.
Una página de ventas requerirá actualización de productos, del blog de uso de los mismos productos, de las condiciones de compra y más etc., una página informativa de una institución educativa, tendrá responsabilidad de actualizar las secciones de las actividades que realizan y el compromiso que tienen con su comunidad, además de dejar testimonio de la vida del plantel educativo que tienen, y así sucesivamente, un sitio web, deberá de ser actualizado con periodicidad.
Muchos diseñadores y desarrolladores, se limitan a poner el sitio web en marcha, sin dar esta asesoría a sus clientes; sin proporcionarles el servicio de acompañamiento en la transición de “ahora serás tú el encargado de actualizar tu sitio”, y sin dejarles en claro las funciones y responsabilidades a las que se han hecho acreedores ahora, que se han convertido en dueños de un sitio web.
En resumen, una de las principales razones por las que un sitio web fracasa, es por el desconocimiento de los objetivos que se pretenden lograr con la presencia del mismo sitio web, una falta de análisis y estrategia que lleve una congruencia en comunicación, diseño, e ideas perfiladas a lograr los objetivos, y el desconocimiento de los clientes, en lo que conlleva actualizar, mantener y operar el sitio ya construido.
Hay otras razones que como expertos hemos identificado. ¿Te gustaría conocerlas?
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